• 6/8 puntas: Apto para senderismo de bajo nivel con cruce ocasional de neveros.

• 10 puntas: Para travesía y trekking de poca pendiente o para calzado de talla pequeña.

• 12 puntas: Para travesía y trekking con buena pendiente o con amplias zonas de nieve y hielo. Para los distintos niveles de alpinismo técnico o escalada en hielo.

• Puntas delanteras (1): Ligeramente curvadas hacia abajo, permiten fijarnos de cara a la pendiente. En crampones muy técnicos de escalada en hielo donde la pendiente es muy alta estas dos puntas se sustituyen por una sola, más larga, dentada y algo más horizontal.

• Puntas posteriores (2): Aunque verticales, están orientadas ligeramente hacia adelante ayudando a las puntas delanteras en su función a la vez que mejoran la fijación pendiente abajo.

• Puntas laterales (3 y 4): Su función es la de agarre en travesías horizontales.

• Puntas traseras (5 y 6): Permiten que se clave el talón en la nieve asegurando la bajada. Ayudan a la tracción en la subida.

• Correas: es el método más antiguo y el más polivalente pues se adapta a cualquier tipo de bota por medio de un sistema de correas. El inconveniente es que la fijación no es tan firme como en el resto de sistemas pudiendo aflojarse al cabo de un tiempo de caminata. Se recomienda que las correas sean de un material que no absorba agua pues pueden congelarse en la travesía.

• Semiautomáticos: Estos se fijan mediante una talonera que se encaja en una muesca que viene de fábrica en la parte trasera de la bota. En la parte delantera tienen una puntera de plástico similar a los de correas. Su fijación es mejor que los de correas pero tienen el inconveniente de que no se pueden utilizar con cualquier bota, tiene que ser una bota cramponable que posea en la parte trasera la muesca para fijar la talonera. Se pueden utilizar tanto con botas rígidas como semi-rígidas.

• Automáticos: Tienen en la parte trasera una talonera similar a la de los crampones semiautomáticos y en la parte delantera un dispositivo metálico que se ajusta a una muesca que traen incorporadas las punteras de las botas cramponables, es decir, para utilizar este tipo de crampones es necesario una bota preparada para tal efecto que tenga tanto en la parte delantera con en la trasera una muesca para su fijación. Son los crampones más fiables y rápidos de colocar, pudiéndose utilizar tanto en botas rígidas como en semi-rígidas.

• Acero: Es el material más usado por su dureza y resistencia, pues tiende a doblar antes que a partir. Son más pesados y necesitan un buen cuidado y mantenimiento anti oxidación. Conviene secarlos bien después de su uso y mantenerlos guardados en una funda con una fina capa de aceite.

• Aluminio: Son más ligeros y menos oxidables. Tienen buena dureza pero no tanto como los de acero. Tienden a partir antes que a doblarse. Su uso se limita al trekking poco técnico para aprovechar su escaso peso.

ANTIBOOTS