Balboa es una pequeña localidad berciana situada a los pies del extremo sur de la Sierra de Ancares, en su vertiente leonesa. Cabeza de comarca, está rodeada de bonitos bosques de castaños, con numerosos ejemplares centenarios de gran tamaño, que en la actualidad son explotados en la temporada de la castaña, sin duda, la mejor época del año para hacer ésta ruta, sobre las primeras fechas del mes de Noviembre, cuando los castaños aún conservan buena parte de la hoja.
La ruta parte del pequeño aparcamiento que encontramos junto a la Palloza de Balboa.

Comenzamos caminando por la carretera que sube hacia la localidad de Cantejeira y que atraviesa el casco urbano, para abandonarla pocos metros antes de una curva cerrada a la izquierda y tomar un camino que pone rumbo a la localidad de Castañoso.

El camino transita entre robles y castaños junto a un arroyo que baja desde Castañoso a desembocar en el río Balboa, un camino cómodo y prácticamente llano.

Al cabo de un par de kilómetros cruzamos el arroyo de Castañoso para abandonar éste valle y comenzar a buscar el camino que nos sube hacia la localidad de Cantejeira. Este tramo no está bien señalizado, por lo que recomendamos seguir el track para GPS que facilitamos en la cabecera de éste reportaje o bien llevar un mapa de la zona.

Tras remontar el valle que sube hacia Cantejeira entre bosques de robles y castaños, el camino nos deja en la carretera que sube desde Balboa, giramos a la izquierda y en apenas unos metros entramos en la localidad de Cantejeira.

En Cantejeira encontramos una palloza original de unos 300 años de antigüedad y que en la actualidad es explotada como restaurante (Casa Lamas). Es interesante la visita a éste lugar, que nos sorprenderá y que nos servirá para hacer un pequeño descanso en el camino.

Frente a la palloza de Cantejeira sale el camino hacia la cascada que veremos bien señalizado. En un primer tramo el camino discurre entre prados con buenas vistas del valle, hasta que gira a la izquierda en una pronunciada bajada para buscar el cauce del arroyo y se interna en una zona de bosque más frondosa y húmeda.

Comenzamos a intuir la presencia de la cascada al escuchar la caída del agua hasta que de pronto aparece ante nosotros éste bonito salto. No es una cascada muy grande pero se encuentra en un recóndito y aislado entorno que invita a descansar y contemplar la relajante caída de agua.

Volvemos sobre nuestros pasos para subir de nuevo a Cantejeira y tomar la carretera que baja hacia Balboa. A la salida del pueblo, abandonamos la carretera para tomar un camino que sale a nuestra izquierda y que tras pasar por la pequeña aldea de Pumarín nos llevará de vuelta a Balboa.

En la bajada hacia Balboa atravesamos un bonito bosque plagado de buenos ejemplares de castaños, muchos de ellos enormes y centenarios.

Apenas unos metros antes de llegar a Balboa, encontramos los restos de un castillo del que apenas queda en pie una ruinosa torre, y junto a ésta, una zona municipal de recreo con gradas y escenario para espectáculos. Sorprende el aforo del graderío, que contrasta con la vista que tenemos desde éste lugar del casco urbano de Balboa, que se presenta como apenas un puñado de casas en el fondo del valle.

Desde las ruinas del castillo ya divisamos claramente la localidad de Balboa, a la que llegamos tras un tranquilo paseo en busca de la palloza municipal de Balboa donde nos espera un merecido descanso y una mejor comida.